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ERGONOMÍA EN TIEMPOS DE COVID19

La ergonomía es la ciencia que adapta el lugar de trabajo a la actividad y a la persona que lo desarrolla, y no al revés. Desde la revolución industrial, los seres humanos siempre han sido manipulados por su increíble capacidad de adaptación a todo. ¡Incluso a los virus! como también a tareas a temperaturas muy altas, a transportar materiales muy pesados, a trabajar en posiciones forzadas basadas en esa zanahoria impuesta, a veces maravillosa pero otras veces destructiva, que nos lleva a creer que el ser humano puede hacer cualquier cosa.

Sin embargo, surgieron pensadores revolucionarios y con ellos el concepto de Responsabilidad Social Empresaria (RSE) lo que nos hizo ver y comprender que no todo debería hacerse, incluso si es posible.

Si bien la primera vez que se acuñó ese término fue en 1857, en Polonia, fue en los años 70, bien entrado el siglo XX, que se comenzó a hablar de la ergonomía tal como la conocemos hoy en día.

Los objetivos de la ergonomía son:

  • Reducir o eliminar los riesgos profesionales, accidentes y enfermedades.
  • Disminuir la fatiga por carga física, psicofísica y mental
  • Aumentar la eficiencia de las actividades productivas

Las bases y leyes de la ergonomía ya están sentadas y probadas, y por ellas se entiende que para el diseño seguro, saludable y feliz del puesto de trabajo se deberán tener en cuenta los siguientes cuatro principios:

  1. Los riesgos locativos: es decir los riesgos inherentes al lugar de trabajo propiamente dicho.
    • visar objetos sueltos
    • no subirse a mesas o sillas para alcanzar objetos
    •  cerrar cajones para evitar golpes y tropiezos, entre otros accidentes.
  2. Los riesgos ergonómicos: son los que surgen cuando descuidamos la posición de nuestro cuerpo durante la ejecución del trabajo.Tener en cuenta la iluminación, que sea directa, lo más natural posible y que no produzca reflejos molestos sobre las superficies de trabajo.
    • Disponer los objetos de uso frecuente cerca y al alcance de la mano y los menos frecuentes en un radio más amplio
    • Mantener codos y rodillas siempre a 90 grados con respecto al eje del cuerpo
    • Mantener los pies firmemente apoyados en suelo. Para ello puedes ayudarte con cajas de zapatos, cajones de madera o almohadones.

Mantener la columna dorsal comodonamente apoyada en el respaldo de la silla (sí, tienes que elegir una silla con respaldo), si no llegas puedes usar almohadones también.