Si bien esto es coyuntural y las empresas y organizaciones se vieron forzadas a esta metodología, la realidad es que esta demostrado que es muy beneficioso tanto para las empresas como para el colaborador. ¿Por qué? Porque se ahorra, se ahorra desde todo tipo de concepto, monetario, de tiempo, de energía, etc. El empleado no tiene que viajar, por lo tanto, no pierde tiempo, esta mas con su familia, puede organizar su día excepto con lo que son videoconferencias, pero en líneas generales lo puede hacer. Es una sensación también de libertad de que maneja ampliamente los horarios y que puede compatibilizar su vida personal con el trabajo que en definitiva es lo que tanto anhelamos. Pero contra todos los pronósticos debemos tener una conducta increíble, un horario seteado y bien determinado y sobre todo la disciplina para cumplirlo, no es mágico, requiere de mucha fuerza de voluntad.
Al mismo tiempo es el momento para empezar a medir los riesgos psicosociales que todo este tema pone sobre la mesa. El aislamiento social, el home schooling, el miedo al contagio pone una carga psicoemocional que nunca antes habíamos experimentado, por lo tanto, debemos estar preparados para el día después, para cuando todo vuelva a la normalidad, a la nueva normalidad porque el mundo nunca va a volver a ser el mismo. Debemos entender como actuar debido al estrés postraumático que todo el tema de la pandemia trajo…
Sabemos que todo lo mencionado afecta al sistema musculoesquelético y también al inmunológico, por lo tanto, debemos cuidarlos siempre.
Entendemos que somos una unidad psicofísica, y todo lo que pensamos nos termina afectando. El cerebro no discierne entre realidad y ficción por eso debemos cuidar nuestros pensamientos, no porque se materialicen (o sí), sino porque nuestra biología reacciona como si fueran reales. A partir de ahora los concetos de multitasking, seguridad, salud, protección y balance entre la vida personal y la laboral parecieran que son uno solo, que todo se mezcla. Pero eso pasa en los estados de emergencia, que es lo que estamos viviendo. La cuestión es que es una emergencia que lleva muchos días y es 24×7. No podemos bajar la guardia nunca, porque el enemigo, el peligro es invisible. Y para eso nuestro cerebro no esta preparado, y nuestro espíritu tampoco. En tiempos normales te diría caminá, salí, hace ejercicios. Pero hoy te digo, cuidá de tu mente, de tus pensamientos, lo que crees creas, es así; es neurobiológico. Entonces, respirá, meditá, caminá en tu casa, hace pausas activas, movete, pero sobre todo trabajá en tu felicidad. La felicidad es un concepto que se construye. Vos construí el tuyo…